Cada vez son más las personas que tienen necesidad o al menos curiosidad por hacer cambios en su vida de forma positiva y duradera.

Cuando llevas una vida consciente o prácticas mindfulness poniendo tu atención a cada momento,  lo que estás haciendo es mejorar tu vida  en 360 grados, ya que como si fuese un efecto dominó, comienzas a tomar conciencia sobre ciertos aspectos y es inevitable hacerlo sobre otros, es ahí cuando verdaderamente comienza la magia.

Entonces puedes  mejorar en el ámbito personal, poniendo especial atención a tus emociones y pensamientos,  optimizar tu rendimiento y efectividad en lo profesional ya que eres capaz de deshacerte de miedos o ansiedades y tener relaciones verdaderas con la gente que te rodea.

A continuación te ofrezco 6 hábitos que pueden ayudarte  a encontrar y aprovechar  tu poder transformador tanto en la vida personal como en la profesional, cuando empieces con uno, rápidamente verás como puedes avanzar con los demás.

1 Deja de juzgar (y de juzgarte)

La capacidad de poder verte a ti mismo y al resto sin juzgar es probablemente una de las más complicadas de alcanzar ya que nuestro cerebro ha sido educado de forma dicotómica y le encanta poner títulos a las cosas, es su forma de liberarse de la incertidumbre y hacernos sentir seguros.

Sin embargo, cuando observamos algo en sí mismo, sin juzgar si es bueno o malo, rico o feo, caro o barato, ampliamos nuestra apreciación y logramos ver la situación, la persona o la cosa tal cual es.

Lo mismo pasa hacia nosotros mismos, cuando pensamos en un evento del pasado, tendemos a juzgar nuestra forma de pensar sentir o actuar en ese momento, dejando de lado el aprendizaje que desemboca en el aquí y el ahora.

2 Abandona los pensamientos automáticos o al menos date cuenta que los tienes

Cuestiona tus pensamientos, sé crítico contigo mismo, muchas veces nuestra mente está acostumbrada a seguir el mismo proceso mental (posiblemente aprendido hace décadas) y lo termina aplicando en distintas situaciones por muy poco relacionadas que estén al proceso mental antiguo, no todas las situaciones son iguales ni todas las personas las mismas, valora cada momento como lo que es, ÚNICO, y lo más importante, date cuenta cuando estás utilizando uno de estos procesos automáticos.

3 Vive y disfruta el presente

La parte esencial del mindfulness recae en vivir en el presente, está claro que sin un pasado no tendríamos un presente y que es el presente el que construye el futuro, pero si continuamente estamos pensando en el pasado no podemos ver con claridad el futuro, si de lo contrario estamos pensando en el futuro nos perdemos el placer de su construcción ahora.

Y más aún, no dejes que sea tu pasado el que gobierne y construye tu futuro, ya que de esa forma el presente, lo único que existe, no llegaría a formar parte de tu futuro, con lo cual tu futuro se convierte en una réplica de las emociones, pensamientos y formas de actuar del pasado manteniéndose inmodificable.

4 No le tengas miedo al dolor, obsérvalo

El dolor forma parte de la vida, así como la vida y la muerte, en vez de huir de él, intenta abrazarlo y vivirlo, lo más probable es que dentro suyo tengo una valiosa enseñanza, al acercarte a él y “mirarlo de frente” accionas un empoderamiento y templanza en tu interior, el dolor suele ser un muy buen maestro.

5 Acepta la vida tal y como es, fluye

Más allá de tener una actitud pasiva o conformista, se trata de dejar fluir teniendo fé en que todo lo que pasa tiene una razón y que  todas las situaciones que vivimos a lo largo de nuestras vidas, tanto positivas como negativas, traen consigo enseñanzas importantes para nuestro desarrollo tanto mental como espiritual y emocional. 

6 Relaciónate contigo mismo

Conocerse a uno mismo es una tarea que toma toda la vida, probablemente nunca terminarás de conocerte pero esta bien que poco a poco vayas develando cual si pelaras una cebolla distintas aspectos de tu forma de ser, pensar, sentir y actuar.

Muchas veces hacemos las cosas sin saber el motivo, o nos sentimos de una forma pero desconocemos su origen, pues es ahí donde debe entrar un trabajo de introspección que nos ayude a llegar a la semilla, al origen de nuestros pensamientos y emociones.

Mientras más meditemos, mientras más estemos en silencio y con nosotros mismos más posibilidades tendremos de conocernos.